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Cristiano Ronaldo, Di Stéfano y la tristeza

Viendo el revuelo producido por las declaraciones donde Cristiano Ronaldo decía que se encontraba triste, no pude más que recordar un par de anécdotas de Alfredo Di Stefano.

Una que recordaba haber leído en internet (“Corazón Blanco“) sobre un telegrama que Di Stéfano envió a Bernabeu que recupero:

Alfredo Di Stéfano regresaba a Argentina, sin fecha de vuelta. La Saeta Rubia envía un telegrama a Santiago Bernabéu, a modo de despedida. La misiva, cuyo original está bastante deteriorado y es casi ilegible, dice: “Don Santiago me voy a mi tierra, no sé si volveré pronto. Nunca en estos años se habló mucho de nosotros. Yo llevé la peor parte. Fue un fenómeno o un gamberro. Si no me acerqué a usted fue porque no quería que creyera que busque un puesto regalado. Por lo menos eso no me lo puede quitar nadie. Lo que gané siempre fue con esfuerzo. Observé que para estar bien con usted había que ser falso. Tuve muchas desilusiones y nadie me dio moral. Usted como padre me falló. Ahí se ve que nunca tuvo hijos porque los padres siempre perdonan. Si no vuelvo más le llegue a usted mi felicitación y mi recuerdo cariñoso. Un abrazo, Alfredo”.

Y la otra sobre su despedida del Madrid, anécdota que leí hace años en su biografía “Gracias, vieja” (libro que aprovecho a recomendar), y que se puede leer en el la web del diario As:

“Muñoz se aferraba a que había que vigilar a Facchetti y nosotros decíamos: ‘¿Y quién agarra a Amancio?’. Amancio era como la luz de rápido y estaba jugando fenomenal. Al final, ¿qué pasó? Que Facchetti no se fue arriba casi nunca en el transcurso del partido… Jugamos el encuentro con uno menos, pero Muñoz me mandó a la mierda y me echaron a mí del club porque lo mandé a la mierda yo también”.

Aquel encuentro fue histórico, puesto que fue la última ocasión oficial en la que Di Stéfano vistió la camiseta blanca. Días después, el Madrid disputó la semifinal de Copa ante el Atlético, pero Muñoz no incluyó a La Saeta en la convocatoria.

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